LOS ESTUDIANTES A LAS CALLES POR 6% PARA LA EDUCACIÓN PÚBLICA
Por Karina Rojas
El pasado miércoles se desarrolló una importante movilización estudiantil
convocada por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU),
acompañada por los estudiantes del Profesorado José Artigas (IPA) que vienen de
ocupar su centro de estudio, y por secundarios de varios liceos.

Fotografía: UyPress
La entusiasta columna partió desde la
explanada de la Universidad de la República, en el centro de Montevideo, pasando
por el Ministerio de Economía y Finanzas y culminando en la Torre Ejecutiva de
la Presidencia. Se escucharon cantitos que repudiaban la “austeridad” que
sugiere el gobierno del Frente Amplio con respecto al presupuesto, que en su
tercer mandato, se niega a otorgar más plata para la educación pública.
Los estudiantes rechazan que se aumente el
presupuesto para las fuerzas armadas y que no haya más plata para la educación
pública. Y no se comen el verso del gobierno que dice que va a aumentar la
partida para educación cuando en realidad está incluyendo en él la formación de
los militares y policías.
“A ver a ver, señor presidente, si Ud puede vivir con
el sueldo de un docente” coreaban las
delegaciones de estudiantes de Humanidades, Medicina y los secundarios IAVA y
Miranda.
Se hace evidente para los estudiantes que
el gobierno del “progresista” Frente Amplio sigue manteniendo la estructura
regresiva heredada de los gobiernos neoliberales: con una casta política que
cada vez se enriquece más, con leyes que favorecen a los empresarios al
otorgarles exoneraciones a las zonas francas, a las empresas capitalistas, a la
educación privada, y con el pago sistemático de la deuda externa a los usureros
imperialistas.
Los discursos de cierre de la
manifestación, que recibió el apoyo de otros gremios de la educación y las
filiales estudiantiles del interior del país, apuntaron directo a la política
gubernamental: “sabemos de dónde tiene que
salir la plata para el 6 %: de las zonas francas, de la soja y de la deuda”.
Toda una contradicción para quien quiera explicarla, de cómo los sectores que
dirigen la Federación Universitaria, ya que mientras critican las políticas
educativas del gobierno, llaman a los estudiantes a apoyar al Frente Amplio.
Estas direcciones han dejado pasar todos y cada uno de los planes
mercantilizadores que el gobierno quiso aplicar en los últimos 10 años, planes
que ni siquiera la derecha blanca y colorada se animó a pasar. Estas
direcciones estudiantiles que en la última elección del Rector de la Universidad
se dividieron apoyando o bien a la variante que más seguía a la Segunda
(contra) Reforma Universitaria del Frente Amplio representada en la figura del
decano de Humanidades Álvaro Rico, o bien apoyando a quien terminó
consagrándose como Rector de la Universidad de la República, Roberto Markarián,
que pretende elitizar aún más la educación superior, restringiendo su acceso y
amoldándola al servicio del mercado.
Pese a estas direcciones, los estudiantes
nos manifestamos masivamente, demostrando que el movimiento estudiantil tiene
un potencial enorme, y que si se pone en movimiento junto a los trabajadores de
la educación (docentes y no docentes), podremos conseguir el 6 % para
ANEP-UDELAR.
No solamente se reclama el aumento del
presupuesto, también se cuestiona el carácter de la educación, que en los
últimos años ha venido decayendo en la calidad de la enseñanza en sus distintos
niveles, que se expresa en las peores condiciones de estudio y trabajo, en el
acortamiento de las carreras en pos de un rápido egreso, atentando contra la
calidad académica, pasando por una reconversión de la currícula donde se nota
la injerencia de las empresas privadas “interesadas en la educación”, políticas
de corte neoliberal disfrazadas por este gobierno como “populares e
inclusivas”. En Primaria y Secundaria obligan a maestros y docentes a pasar de
curso a los gurises, hayan aprendido o no, para no hacer bajar las estadísticas
educativas, sin cuestionar las dificultades que tienen los niños y niñas que
muchas veces llegan si comer a los centros educativos, o bien que están
sumergidos en los miles de problemas sociales propios de las capas más
desfavorecidas de la sociedad.
A la vez que se plantearon estas fallas
educativas, también se alertó acerca de la posible salida represiva del
gobierno frente a los sectores que luchan. Es que el Frente Amplio ya comienza
a tener una “costumbre” de espiar y perseguir a quienes se manifiestan. Así
ocurrió en 2013 contra los docentes que realizaron una huelga ejemplar por
mayor presupuesto y aumento de salarios, también en la marcha estudiantil del
14 de agosto, donde se reprimió salvajemente y persiguió a militantes
estudiantiles deteniéndolos varias horas después de haber culminado la
movilización, o procesando a jóvenes que en 2014 quemaron un muñeco de un
policía en repudio al accionar de las fuerzas represivas en los barrios de la
periferia de las ciudades, donde se ensañan contra los más pobres.
El movimiento estudiantil mostró sus
fuerzas, pero esto recién empieza. Es necesario hacer asambleas masivas en los
centros de estudios (facultades, liceos y escuelas), y organizarnos de abajo
hacia arriba. Es necesario tomar las riendas de la lucha y no dejar que las
direcciones nos pongan palos en la rueda en nuestros reclamos. Debemos
enfrentar la política del gobierno y pelear por el fin de las exoneraciones al
campo y a los capitales imperialistas y dejar de pagar la deuda externa,
destinando esos recursos a educación, salud, vivienda y trabajo para el pueblo
trabajador.
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