jueves, 30 de julio de 2015

PRESENTACIÓN DEL LIBRO PAN Y ROSAS EN MONTEVIDEO

Andrea D’Atri, la autora, abrió un interesante debate y se propuso además, colaborar con las mujeres uruguayas para pone en pie la agrupación Pan y Rosas en Uruguay.

Por Karina Rojas


Andrea D’Atri, fundadora de la agrupación de mujeres Pan y Rosas de Argentina y dirigente nacional del PTS en el Frente de Izquierda, visitó ayer Montevideo. Fue invitada por la Agrupación Universitaria Tesis XI de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación – Universidad de la República – para presentar el libro Pan y Rosas, pertenencia de género y antagonismo de clase en el capitalismo.
Más de treinta personas escucharon con atención la exposición, seguida de preguntas, comentarios, debate y reflexión. Se destacó la participación de la militante de Derechos Humanos Irma Leites, de la organización Plenaria Memoria y Justicia –quien estuvo recientemente procesada por la justicia uruguaya, como informó La Izquierda Diario. También participaron integrantes de la Coordinadora de Feminismos del Uruguay, trabajadoras de educación, salud y estudiantes universitarias.

Una de las ideas centrales que recorrió el debate posterior a la presentación fue sobre “el inicio del fin” de las ilusiones con respecto a los gobiernos progresistas de la región, los que, en esta última década no avanzaron sustancialmente en algunos derechos básicos de las mujeres y que, en algunos casos, incluso han retrocedido. Éste es el caso del derecho al aborto en el continente: El Salvador y Nicaragua quitaron la figura del aborto no punible o terapéutico; en Argentina, el kirchnerismo ha impedido el debate del proyecto de ley que se ha presentado ya por quinta vez sin ser tratado en el Congreso Nacional; en Brasil, la relación del PT con el Vaticano y la fuerte influencia de la bancada cristiana fundamentalista en el parlamento, impiden avanzar con el derecho al aborto; en México se legalizó el aborto en el Distrito Federal mientras aumentó brutalmente la criminalización de las mujeres que abortan en el resto de los estados. En el mismo Uruguay, como comentó el público presente, la legalización del aborto vetada por Tabaré Vázquez en su primer mandato, era mucho más progresista que la ley que finalmente se aprobó, con muchas restricciones, durante el gobierno de Pepe Mujica.
Las nuevas condiciones económicas, más adversas para los países como los nuestros basados en la exportación de materias primas y dependientes de los centros de poder, cierra el paraguas de posibilidades de estos gobiernos de poder mantener esas ilusiones en importantes sectores. Eso se expresó también, de alguna manera, en las masivas convocatorias a las movilizaciones por #NiUnaMenos, donde Argentina y en menor medida Uruguay, demostraron que amplias franjas de mujeres, jóvenes trabajadoras y trabajadores y de los sectores populares comienzan a visualizar los límites en los proyectos “nacionales” de estas coaliciones progresistas.
En la charla, el público se mostró muy interesado en analizar las propias contradicciones del gobierno uruguayo bajo la coalición Frente Amplio, que ya lleva su tercer mandato. En el terreno de los derechos de las mujeres, como en otras cuestiones que hacen a las libertades individuales, se analizó la operación realizada por el FA de dar concesiones –como la regulación de la producción y distribución de la marihuana, el matrimonio igualitario o la ley de interrupción voluntaria del embarazo (aunque con ciertas restricciones)- al tiempo que se profundizan las desigualdades de un modelo económico basado en la precarización del trabajo, donde son los jóvenes y las mujeres quienes más padecen esos altos índices de flexibilización, precariedad y bajos salarios. Inclusive estas concesiones han servido, según se mencionó, para adormecer a los movimientos sociales y cooptarlos desde arriba atomizando su capacidad de organización y su independencia respecto del estado.

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